Música, universo en expansión

La música es el denominador común a la hora componer, tocar, dar clases, investigar y hasta escribir en general. Música, entendida para mi, como un universo en permanente expansión.
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miércoles, 1 de septiembre de 2010

La música "clásica" argentina en Ñ

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Jorge Fondebrider, en la Revista Ñ, coordinó un extenso dossier sobre "El boom de la música clásica en la Argentina". Dejando de lado la cuestión sobre el título, lo que importan son varios de los artículos publicados, varios de los cuales refieren a la música "contemporánea" nacional.
Abajo, la lista de textos, resumenes y autores (entre los que me cuento)


Informe especial
El boom de la música clásica en la Argentina

La música clásica en la Argentina
Más allá de los aniversarios, de sus fastos y de otras manifestaciones externas de nuestra identidad como país, hay en muchos argentinos una conmovedora voluntad de preservar y difundir algunas de las expresiones más importantes del espíritu para continuar afianzando nuestro propio perfil. La música de tradición escrita es una de ellas y, según se lee en el siguiente informe, a pesar de la desidia oficial y del desinterés de los sectores más altos de la sociedad, goza de muy buena salud.


Un término muy amplio
Consultado por Ñ, el autor de "La música del siglo XX", de "Efecto Beethoven" y del reciente "El principio del terror" intenta ofrecer una respuesta a la compleja pregunta sobre qué es música clásica en la actualidad.
Por Diego Fischerman

Compositores argentinos
¿Qué música hay que hacer hoy?
Con una brutalidad inusitada, la pregunta se les plantea a muchos compositores contemporáneos actuales, luego de que los paradigmas que rigieron la composición musical hasta la mitad del siglo pasado entraron en crisis. Después de revisar la historia reciente de la música de tradición escrita, el autor del presente artículo propone su personal respuesta al problema.
Por Tomas Gubitsch

Música y modernidad
La edición de una pormenorizada investigación del musicólogo Omar Corrado permite la recuperación del legado musical clásico argentino de las primeras décadas del siglo XX, constituyéndose así desde ahora en referencia obligada.
Por Federico Monjeau

Un magma en movimiento
Desde hace al menos tres generaciones, los compositores contemporáneos argentinos han forjado una rica trama, que persiste en tenso equilibrio.
Por Martín Liut

Para entender la nostalgia
Sin que el público tenga clara conciencia de ello, así como en el caso de los jugadores de fútbol, los compositores argentinos cotizan bien en el exterior.
Por Pablo Ortiz


Los nuevos portadores de la antorcha
Una rápida mención de algunos de los más destacados músicos argentinos de la actualidad y las razones de su éxito en los escenarios internacionales.
Por Gustavo Fernández Walker

Cuentas pendientes
Como en tantas otras ramas de la actividad cultural dependiente del Estado, la situación en el campo de las orquestas públicas es precaria. Aquí, las causas, los déficits educativos y sus posibles soluciones.
Por Sebastián Chouza

Pensar en nada
Una prestigiosa pianista revela lo que pasa por la cabeza de un músico a la hora de ejecutar una pieza y cuáles son algunas de las varias y posibles estrategias que sigue para vaciar su mente a la hora del concierto.
Por Silvia Dabul

Cantar después de una profunda reflexión
Bernarda Fink es una de las más importantes cantantes argentinas. Elegida por los mayores directores, pasó brevemente por Buenos Aires, donde dio un recital y fue entrevistada por Ñ.
Por Gustavo Fernández Walker

La ópera habla de las pasiones humanas
Especialista en ópera, Marcelo Lombardero imagina el papel que le cabe al género en la Argentina. "Tiene aún mucho para decir", afima.
Por Andrés Narr

Qué discos clásicos se editan en la Argentina
En comparación con lo que se edita en otros países, es muy poco. Sin embargo, dadas las dimensiones reales del mercado local, la edición de discos clásicos en la Argentina debería considerarse como política cultural, más allá del mero negocio.
Por Jorge Fondebrider

Orquestas infantiles y juveniles
Un proyecto comenzado en la Argentina en 1998 y continuado gobierno tras gobierno revela que la inclusión social también puede lograrse de manera eficiente y sostenida a través de la música.
Por Santiago Rosso

Qué, dónde, cuándo y cómo de la música
Sin la pretensión de exhaustividad, en el presente artículo se mencionan algunas de las instituciones dedicadas a la educación musical, los festivales de música clásica y las asociaciones que organizan conciertos en la Argentina.
Por Natalia Viñes

La música que usan los escritores
Se supone que son lectores privilegiados. Pero, ¿son también oyentes privilegiados? No hay una única respuesta para la pregunta que, desarrollada en las páginas siguientes, traza un breve mapa de gustos musicales.
Por Carolina Esses


La apoteosis de Barenboim
Aquí una muestra gráfica del proyecto ciclópeo de Daniel Barenboim, que vino con la orquesta del West-Eastern Divan para la integral de sinfonías de Beethoven, además de programas de cámara y conciertos con la orquesta y el coro de la Scala de Milán, gira que aún no terminó.

domingo, 11 de julio de 2010

Crónicas de un despropósito anunciado

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(foto: Diario La Nación)

Por razones muuuuy difíciles de entender, el CETC pasó la tercera de las funciones en las que se presentó el Trío Luminar a la sala principal del Colón. Solo con saber que el trío es de flauta, viola y arpa sería suficiente para darse cuenta de que es una locura mandarlas a Da Dalt, Magin y Jancsa a tocar en los 20.000 metros cúbicos de la sala grande. ¡Y con telón cerrado! Parece que no tenían otra cosa para el feriado del 9 y quería hacer una función "para todo público". Pero no le hacen ningún favor a una propuesta que era, claramente, intimista. Ni a la propuesta, ni al público que, por azar, pasó esa noche por el Colón.
Cuando me enteré del cambio, decidí anticiparme e ir a la función del jueves, en la remozada sala del CETC. Parece que Federico Monjeau no pudo ir antes, lo que nos deja su acertada reflexión sobre el asunto en la crítica de hoy:"Un concierto asordinado". Y, más allá de la incomodidad de la situación, tuvo espacio para comentar sobre las obras.

Actualización: se ve que, como el concierto se llamaba "Generación bicentenario" (porque incluyó solo obras de compositores argentinos entre los 20 y los 30 y pico: Diez Fischer, Galperín, Giuliani, Azaretto), quisieron asociarlo a la fecha patria. Y tal vez por eso los críticos fueron ese día. También Pablo Gianera comenta el concierto aquí

sábado, 10 de julio de 2010

Pensar la música

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Esteban Buch, musicólogo argentino radicado en París, pasó esta semana por Buenos Aires. Ofreció conferencias en la UNQ, Bellas Artes de la UNLP y coordinó una jornada sobre tango en la Alianza Francesa. Y presentó la edición castellana de su libro "El caso Schoenberg". Aquí, un link a la entrevista que le hace Pablo Gianera sobre este (nuevamente brillante) trabajo de investigación de uno de los tipos que con más inteligencia, piensa sobre música. En ADN

jueves, 24 de junio de 2010

"El Caso Golijov", este lunes en FM Clásica

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Este lunes, de 21 a 22 , en FM Clásica de Radio Nacional, voy a conducir un programa dedicado a la música Osvaldo Golijov. En el marco de un ciclo sobre compositores argentinos en el bicentenario, acepté la invitación de Pablo Kohan entre otras cosas porque la obra de Golijov se ha presentado como una especie de enigma-dilema para el medio "contemporáneo" local.
Golijov genera una mezcla de desconfianza y irritación entre compositores y críticos. Y aceptación franca entre melómanos y públicos no habitués. Su ópera Ainadamar fue elegida por el Teatro Argentino de La plata para el programa del 25 de mayo de 2010, junto con un "clásico nacional", Estancia de Ginastera (pero con la buenísima idea de poner a un coreógrafo problematizado por la obra, Carlos Trunsky, que tuvo como consecuencia una propuesta interesantísima, en tensión con el mensaje de Ginastera). El programa fue un acierto doble, contrastado por lo archi-conservador y remanido de la propuesta del restaurado Colón.
Hubo tres funciones, a sala llena. Los críticos fueron elogiosos, pero con matices que muestran esta incomodidad que genera, en el medio de la música contemporánea, la estética de Golijov. Aquí cito tres fragmentos (los links a los artículos completos están en los apellidos de los autores)


Fischerman:
"Ainadamar es una ópera contemporánea. Es una obra escrita por el músico de los últimos films de Francis Ford Coppola. Es una composición del colaborador más estrecho de Gustavo Santaolalla y del arreglador de gran parte del repertorio que toca el Kronos Quartet. Ainadamar es una producción “clásica”, que incluye un cantaor, guitarras y percusión flamenca. Es una pieza popular cuya grabación ganó dos Grammy, los correspondientes a “mejor grabación de ópera” y a “mejor creación contemporánea” del año 2007. Y es, también, la obra de un argentino, nacido en La Plata, educado en Nueva York y, ahora, famoso en el mundo. Y la particularidad de esta ópera contemporánea que podría, sin embargo, molestar por igual a los amantes de la ópera y a los de la música contemporánea, es que cada una de estas aparentes contradicciones, en lugar de chocar se entrecruzan y potencian. Lejos de no corresponder a ninguna de las categorías corrientes, las contiene a todas y las traduce a un lenguaje de escritura virtuosa y portentosa originalidad".


Gianera:
La música del argentino Osvaldo Golijov se parece a un aerolito hecho de materiales aisladamente reconocibles -provenientes sobre todo las tradiciones populares-, pero en combinaciones inesperadas. A pesar de su éxito fulminante en Estados Unidos, o acaso a causa de él, Golijov es un personaje un poco singular en el paisaje de la llamada música contemporánea, y buena parte de su obra de los últimos años podría escucharse como el indicio un malestar con el sistema de valores que solía dominar esa música.

Monjeau:
Nadie parece más alejado que Osvaldo Golijov del ideal romántico-modernista de un material musical ”puro”, que se vuelve significativo a partir de su empleo en una obra singular. Las obras de Golijov transcurren sobre un fondo, sobre una topografía musical, y el paisaje de esta ópera sobre Federico García Lorca es andaluz.


Una de las leyendas vivas de la modernidad-contemporánea local, Gerardo Gandini, transformó a Golijov en el "mal ejemplo", para las nuevas generaciones. Dijo Gandini"Los chicos quieren estar muy a la page. Entonces usan técnicas extendidas y esas cosas. Por otro lado, no hay que olvidarse de que vivieron intensamente la etapa del rock. Lo que no siguen, por suerte, es la onda comercial tipo Golijov. Van a algo más duro."
Acá va mi aporte a la polémica: A mi me parece que Golijov es consecuencia de las ideas musicales de Gandini, mal que le pese a él. Por ejemplo, se trataría de pasar del "museo imaginario" de la música clásica de Gandini, a la feria de las músicas planetarias de Golijov. Planteado así, estaríamos hablando de una cuestión de escala. El comentario previo de Monjeau sería el primer reparo. Tengo que pensar un poco más el asunto. Pero tanta incomodidad en Gandini que, por cierto, fue maestro de Golijov antes de que éste se fuera al exterior dice algo, ¿no?
Honestamente, yo tampoco sé qué pensar respecto de Golijov y su música. Me parece que la ópera, el teatro musical es un terreno fértil, ideal para su estética (me gusto su "Pasión" y "Ainadamar"). En cambio lo instrumental no me cierra en modo alguno (por ejemplo no entendí qué cuernos se supone que es "Levante" la obra para piano que le escuché tocar a Horacio Lavandera). En cualquier caso hay algo de "no-pudoroso" y "no-recatado" en su producción que me genera simpatía.

Por último, dos preguntas de Fischerman y dos respuestas de Golijov, en su paso por La Plata para el estreno de Ainadamar:

–¿Existe, en la actualidad, más libertad creativa para un músico que la que había en los sesenta y setenta?

–Son libertades distintas. Creo que aquí, en los años del Di Tella, por ejemplo, había muchísima libertad y muchísimo espíritu de riesgo. Esas experimentaciones hoy son certezas y ya se estudian en las academias, No implican riesgo alguno. La libertad hoy, entonces, es otra.

–Podría pensarse que la ópera es un género del pasado. Y, sin embargo, ha escrito una ópera y está componiendo otra. ¿Qué encuentra allí de actual, de vital?

–En la actualidad la ópera es un género mucho más cercano a la sensibilidad del público, incluso del público joven, que la música instrumental. Es muscular; allí hay movimiento, hay espectáculo. Por supuesto, la ópera no puede ser igual a aquella en la que el hombre y la mujer del siglo XIX se sentían representados. Pero, sin duda, es un tipo de arte cargado de actualidad y lleno de posibilidades.

lunes, 31 de mayo de 2010

Obras argentinas para piano por Mesz

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Un poco de autobombo. La info detallada de obras, en el blog de Aie Juárez, Música en perspectivas.

Desde el piano
Piezas argentinas de nuestro tiempo
Obras de A. Juárez, Kagel, Kröpfl, Liut, Pavlovsky, Sad y Tarrats
Bruno Mesz y Martín Pavlovsky al piano
Sala Carlos Guastavino del Centro Nacional de la Música
México 564, CABA, Domingo 6 de junio, 19 hs.

Entrada libre y gratuita

viernes, 28 de mayo de 2010

El teatro urbano del bicentenario

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Hay tanto para decir del fin de semana pasado, que espero poder decantar mis ideas en unos días.
Mientras tanto, lo mejor que leí tratando de explicar el fenómeno sociocultural del bicentenario es de Horacio González:
"Este Bicentenario puso a la vista muchas cosas. La advertencia y la insinuación de nuevas vibraciones populares; las diferentes escalas del goce artístico tal como provienen de viejos arquetipos cerrados de todos los géneros musicales, desde Tchaicovsky hasta el Chaqueño Palavecino. También se puso en movimiento una mayor interrogación de las soluciones que ya había establecido el formato habitual de lo “popular” y el modo rutinario de lo “cultivado”. La ciudad pudo ser vista de otra manera, en una paralización lúdica de carácter autorreflexivo".
El artículo completo está acá

jueves, 22 de abril de 2010

Instrumentos solos, pero acompañados (virtualmente)

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En el CCEBA se viene desarrollando una nueva edición del ciclo Instrumentos solos. Como me pasó el año pasado, mantuve una inasistencia perfecta, por problemas varios con los días y horarios propuestos.
Pero, como ocurrió el año pasado, el CCEBA filma en video y sube a la web conciertos y las charlas.
Acá se hace elocuente lo que veníamos charlando sobre la intercomunicación del campo vía internet.
Quien me recordó sobre esta posibilidad fue el compositor Marcos Franciosi, que mandó un mail colectivo recomendando la charla del también compositor Jorge Horst.

Los videos subidos al momento se pueden ver en este blog, e incluyen al compositor Germán Cancián, y los instrumentistas Pilar Fontalba (oboe) y Esteban Algora (acordeón)
Por cierto, este ciclo existe y sigue creciendo, gracias a Martín Devoto.

jueves, 1 de abril de 2010

"Producto de uno mismo"

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En el artículo sobre los compositores argentinos publicada en enero pasado por Pablo Gianera en ADN, noté que muchos de los creadores consultados se esforzaban por señalar que sus producciones eran personales, no cercadas por escuelas ni grupos. Esta idea de originalidad a ultranza, propia de las vanguardias del siglo pasado son para mi, una especie de quimera que tiene especial arraigo en nuestro medio. Sobre el punto hay muchos ángulos para entrar en discusión, pero por lo pronto, empiezo citando una carta de Juan Carlos Paz a Luis Gianneo.
En ella trata este asunto. Esta carta siempre me llamó la atención porque va un poco a contrapelo de cierta visión cristalizada sobre Paz, en cuanto a la idea de tener a la originalidad como norte (recordemos que su monumental libro "Introducción a la mùsica de nuestro tiempo" tiene como epigrafe la frase de Cezanne: "en arte se es revolucionario o se es plagiario).
Paz reivindica en la carta la pertenencia a algún tipo de tradición, corriente de pensamiento, estética. Señala con lucidez que todos somos sujetos históricos. El que no lo piensa, en verdad, no es conciente de su situación. También es interesante su reflexión sobre la maduración de un artista, pregunta que también había hecho en su momento Gianera para la producción del artículo antes mencionado
Trasncribo entonces, la Carta de Paz a Gianneo:

"Dice usted que se ha propuesto ser ‘un producto de sí mismo’ antes que ser ‘perrito faldero de tendencias o principios ajenos’. Por lo primero, lo admiro sin reservas ya que me parece una empresa ciclópea la que se propone emprender. Porque yo, mi querido amigo, modestamente le confieso que no creo que uno pueda llegar a ser un producto de sí mismo: uno es producto de miles de influencias encontradas, diversas y a menudo contradictorias. El hombre es cero; vive captando cosas para sentirlas, interpretarlas, comprenderlas si puede y expresarlas si le da el naipe. [...] ahora si ser ‘uno mismo’ significa que desea entregarse a sus impulsos sin preocuparse de ideas o principios ajenos, lo entiendo mejor, per no por eso estoy muy de acuerdo [...]Artísticamente hablando, entregarse al impulso significa dar salida en nosotros todo lo heredado, a aquello que no es nuestro, el sentimiento es algo heredado [...] Mientras se rechacen las conquistas máximas de su arte, no queda más que refugiarse en las conquistas del pasado, ya que no serán tales sino recetas, fórmulas muertas, modismos. [...] Hay mucho de impaciencia y de desorden en el artista americano: quiere llegar pronto. En Europa el artista comienza su carrera cuando por lo general se acerca a la cuarta década. Ibsen ya en los 50 es todavía el perrillo faldero de las ideas de Kierkegaard. Wagner a los 45 recién da cima al italiano y meyerbeereano Tannhäuser [...] Le repito el modo de llegar a ser alguna cosa dentro de una expresión total de época o ambiente es superarlas; superar sus conquistas (tradición) por otras nuevas (superación); pero en ningún modo pretender ser "uno mismo obedeciendo a impulsos que nos imponen la costumbre, la tradición, el decantado "buen gusto" y el horizonte de nuestra personalidad. Si usted no quiere saber nada con "las ideas o principios ajenos" de hoy, del arte de hoy, será en la ideas o principios del arte de ayer, no será schoenbergiano, stravinskiano, honneggeriano, pero caerá más o menos en Debussy, Ravel, Liszt, Wagner, en el folclore que también es herencia o en quien sea. Creo que la trayectoria para dar con lo poco que uno puede aportes, es diametralmente opuesta: el ejemplo de los más grandes es patente. Bach aún en la mitad de su vida estudia e imita a Vivaldi y Buxtehude y a otros; Beethoven recién en la "Kreutzer" obra 47 comienza a desligarse de sus maestros".[1]
[1] Carta a Luis Gianneo. En "cartas de Juan Carlos Paz. Páginas 26-28 Editado por ANM. 1990.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Un córdobés en la ópera

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Marcos Franciosi estrenó finalmente su ópera "El gran Teatro de Oklahoma", en el TACEC. Dejo los comentarios detallados sobre la misma en manos de Gianera y Monjeau.
Solo quería mencionar que, para mí, un gran mérito de la música de Franciosi es que tiene personalidad.
Sus obras son reconocibles como propias y esta ópera no es la excepción. No es nada fácil, tratándose de un género que se fagocita a los autores en el magma de su larga historia.
Claro está que hay filiaciones y afinidades (pienso en Sciarrino, Lachenman y el espectralismo, audibles en varios pasajes de la obra), pero, por alguna razón que no puedo definir aún, el combo da como resultado "su" música y no una colección de influencias. No muchos compositores logran esto y menos en un medio como el nuestro.
Me refiero concretamente a esto: ¿cuántas personas estamos en condiciones de darnos cuenta de esta característica de la creación de Franciosi?
No digo que se trate de algo difícil de captar para el público en general. Si no, más simple: al hecho de que, como ocurre con un escritor, un artista visual, un dramaturgo, les tenés que conocer varias obras para poder captar el conjunto, eso que llamaríamos "estilo".
Solo la frecuentación permite captar esto y, al menos hasta la llegada de internet, éste fue un gran problema para los compositores argentinos que viven aquí.
En lo que a mí respecta, me gusta la obra de Franciosi y el "Teatro de Oklahoma" en sí. De todos modos, me encontré, nuevamente, con varios problemas de difícil resolución que existen en el género operístico. Pero como resulta que estoy enfrentándome a esos mismos problemas por estos días, me detengo en aquella máxima justicialista que reza: "mejor que decir, es hacer".

viernes, 5 de marzo de 2010

Elogio de la lectura Web 2.0

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Pregunto: ¿puede ser que la Web 2.0 permita este "elogio de la lectura" que mencioné en el post anterior aplicado, pero aplicado a los músicos?
Lo que escuché como crítica ("myspace sirve para que los músicos se escuchen entre ellos") sobre todo cuando hablamos de toooodos los creadores no comerciales que subimos nuestras músicas ahí o en reverbnation, se transforma, desde este óptica, en posibilidad.
Comento esto mientras escucho/descubro la muy buena música de Sebastián Rivas, compositor franco-argentino, nacido en 1975 y que vive en París. Todo, gracias a que,vaya uno a saber cómo, él llegó antes a mi propia página.

lunes, 1 de marzo de 2010

Elogio de la lectura

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Es recurrente, entre los escritores, hacer un elogio de la lectura, como vehículo para llegar a la propia escritura. Es Borges, jactándose de ser lector antes que escritor. Este domingo, lo vuelve a decir Juan Forn, en el reportaje que le hacen en Radar:

"Dice Forn al final, algo antes de que aparezca desperezándose su hija Matilda, que el lugar más pleno como escritor, a esta altura de su vida, es el de lector. Que ya ve una relación directa entre el input de la lectura y el output de la escritura. Que disfruta con que escribir sea producto de lo que lee. “Hay una frase preciosa de Monterroso: ‘Lo que más me pasa en mi vida son libros’. Es así, en mi vida es así. Hay múltiples maneras de relacionarse con la literatura: hay gente que escribe por venganza, por odio, por afán de justicia, para descolocar al mundo, para romper estructuras. Mi relación con la literatura, descubrí, insisto, es elegíaca: una manera de celebrar. Hay un verso de Pound que dice, más o menos, que arar es orar, en el sentido de encontrar la manera de que tu trabajo sea una celebración de estar vivo".

Entre los músicos, me parece, el mito de la originalidad, el "ser-uno-mismo", conspiró un poco contra esta idea de un compositor que primero es lector. Esto viene a cuento de la saga de la discoteca personal que inicié ayer.

Discoteca persona 2. Más Ginastera

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Los "12 Preludios americanos" se me figuran hoy como un buen ejemplo de la combinación entre composición musical y diplomacia política propias de Ginastera. Muchas de las piezas están dedicadas a compositores argentinos y americanos, cercanos a su estética y a sus ideas de los 40 sobre los carriles por donde orientar la composición por estos lares (por eso está Copland). De todos modos, hay piezas del álbum que son atractivas per se, y que me he dedicado a aporrearlas personalmente en el piano de casa. Me gusta particularmente, la número 10, escrita como un moroso juego politonal. Aquí, una bella versión de Alberto Portugheis





Más simple, pero efectivo, está el preludio Nº 4 "Vidala":





y por último el N 5 en el primer modo pentatonico menor




Y acá empezamos con las limitaciones. Pensaba incluir el Concerto per corde, pero no lo encontré. De Ginastera, por la opción de asociarlo al folklore de proyección me parece que me terminó gustando más su primer período, que todo lo que vino después. La cantata para la América Mágica me impresionó en su momento, pero por esto días no dejo de ver su trastienda. Se trata del proceso de "americanización" emprendido por el Ginastera que se proyectaba a comienzos de los 60 para hacer carrera en los Estados Unidos de aquellos tiempos.
En el próximo post, Juan Carlos Paz.

domingo, 28 de febrero de 2010

Discoteca personal 1. Ginastera

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En sus clases, Mariano Etkin, que fue becario del CLAEM en el Di Tella, solía repetir que en aquellos tiempos Alberto Ginastera, más que un compositor, parecia un banquero suizo.
El aspecto de Ginastera, supongo, producía entonces y aún hoy, un contraste elocuente con la gente que produce las musicas de las que él se había inspirado durante dos décadas.
Ahora que vengo de observar cómo se celebra el Carnaval en el Norte argentino (como turista, pero al menos, en vivo y en directo), no puedo menos que sentir esa tensión entre la imagen de las caras entalcadas de todos los que asistimos al desentierro del diablito de "Los Capri" de Tilcara y a ese hombre de traje y corbata "inspirado" en esa cultura musical.

Hay mucho de impostura en la obra de Ginastera. Paz lo calificó de oportunista por su tardía adscripción a las experiencias del serialismo y otros experimentos de vanguardia. En términos políticos, siempre fue un conservador, un artista mimado por el establishment nacional, que dictó clases en la Escuela del ejército, hizo buenas migas con la iglesia y los EE. UU.


Dicho todo esto, hay obras de Ginastera que me siguen gustando igual, digamos, a pesar de su figura y lo que representó. El tipo era un buen músico, por eso Paz le apuntó los cañones a él. Probablemente fue el mejor representante, aunqe tardío, de la corriente nacioanlista en nuestro país.
La asociación entre un autor y su obra no es un tema nuevo. Intuyo, de todos modos, que este tópico es más fuerte cuando hay contacto directo con los personajes en cuestión.
La distancia histórica aleja a las personas de sus obras, que empiezan a vivir su propia historia. Por dar dos ejemplos de personalidades "conflictivas": Wagner y Piazzolla.

Mi solución en este caso fue poner las obras de Ginastera en la batea de la música popular instrumental, de proyección folklórica. Me gusta imaginarme una versión de su Sonata Nº 1 tocada, por ejemplo por Gismonti o Chick Corea. Esto para "horror" de ciertos personajes de la música "culta" a los que les pareció un sacrilegio la idea.

Ahí están los malentendidos: esta obra tocada por gente que no conoce el folklore argentino suena como copia berreta de Bartok. En you tube hay un par de decenas de ejemplos con niños y adolescentes del planeta aporreando el piano con su comienzo espectacular. Acá encontre una versión potable del primer movimiento de esta Sonata.





Otro buen ejemplo, es este video, del IV movimiento. Por la toma, se puede apreciar la escritura pianística con toda claridad. Como dice el pianista, está en proceso de estudio. Eso, curiosamente, refuerza un modo de tocar que se aproxima a lo popular.







Me quedan un par de obras más de Ginastera para compartir, en otra entrada.

Discoteca personal de música "culta" argentina. Introducción

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A fin de año pasado, Pablo Gianera me preguntó si existe o existió alguna vez una "música argentina" en el campo de lo que llamamos, para entendernos rápido, la composición "contemporánea" o "culta". La pregunta, claro, no tenia nada de ingenua. En un post anterior está mi respuesta -positiva- sobre el particular.

En ese momento me acordé de una producción que hice en 1997, cuando trabajaba en el diario La Nación, intentando dar con un "canon" musical argentino. La encuesta puso en la cima a Ginastera y Paz.

También recuerdo de ese artículo la aseveración de Omar Corrado de que, si se hubiera dado la opción de incluir referentes extranjeros, los nacionales no hubieran casi figurado. Esto se debía, según Corrado, a la falta de circulación interpares e intergeneracional de la producción local.

Corrado, en un artículo sobre la construcción de los canones, menciona una encuesta de la revista Clásica del año 2000 en la que, salvo Kagel, los argentinos no son mencionados por encuestados (todos argentinos del "campo") en un podio hipotético del pasado siglo XX.

No me parece que esto se haya modificado radicalmente. Pero la irrupción de internet ha permitido, claramente, al menos comenzar a salvar esta incomunicación.

Mientras pensaba en el asunto, me di cuenta de que si bien yo también he caído en esa especie de lógica de la subestimación de lo propio, sin embargo, tengo una "discoteca" o antología de música argentina que, desde hace un par de décadas me acompañan, por razones diversas.

Hablo de subestimación porque hay unas cuantas obras que me gustan tanto como la de autores del primer mundo.

En próximos posts voy a ir subiendo links para escuchar estas músicas que surgen de cuestiones absolutamente personales, sin pretensiones ni de ecumenismo ni "objetividad". También, la idea es pensar en voz alta porqué estas obras me importan. O me gustan, incluso más allá de que no me simpaticen sus autores.

sábado, 27 de febrero de 2010

Pensar y hacer

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Hace un año me autoimpuse ejercitar el músculo de la escritura reflexiva sobre lo musical en un sentido amplio con la mayor frecuencia posible. Este verano que termina se me hizo cuesta arriba porque en enero estuve atareado y en febrero, de vacaciones totales, con un viaje que me debía hace mucho, conocer la Quebrada de Humahuaca, en tiempos de carnaval.
Antes de marzo me suele atacar el virus de los "pudores y otros recatos": para qué escribir, quién soy yo para decir algo, etc. Pero encontré el modo de sortearlo, tengo unos cuantos borradores que en estos días pasaran al estadio de publicación, con la esperanza de seguir ampliando las voces para discutir sobre lo que nos apasiona.
Chan, Chan!

lunes, 18 de enero de 2010

Sobre la nota en ADN de Gianera y los compositores argentinos (1)

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La nota de Pablo Gianera en ADN tiene muchos méritos, entre otros, haber condensado unos cuantos temas para reflexionar y discutir. Mérito que se puede apreciar en las preguntas que me mandó para participar del debate.
Lógicamente, de lo que escribí Pablo hizo un (muy buen) resumen. Pero ya que el blog lo permite, pego aquí abajo mis respuestas completas:
–¿Qué restricciones y qué libertades contiene, en tu caso, el acto de componer hoy en Argentina?
Las restricciones son económicas. Estas hacen que yo me dedique menos tiempo del que me gustaría a componer. Y que los instrumentistas, con los que he trabajado con enorme placer y de los que aprendí muchísimo, tengan menos tiempo del que les gustaría para dedicarse a estudiar y tocar nuevas músicas. De este modo, el desarrollo artístico se hace más lento y complejo.
Como contrapartida, poder vivir en Buenos Aires -ciudad en la que nací y amo profundamente sin que me importe saber por qué-, significa para mí la más absoluta libertad para imaginar lo posible y lo imposible. Y, debo decir que, a lo largo de esta década que termina, varios de esos sueños, se pudieron hacer realidad aquí.
–¿Hasta qué edad se es un compositor joven en Argentina?
Ligeti explicó en algún lado que el tiempo que lleva madurar como compositor es mayor ahora que en los tiempos de Mozart. La razón es que Mozart componía dentro de un universo de posibilidades menor, con límites claros, como los de la tonalidad. Dicho esto, me parece que se exagera con el límite. Creo que joven compositor aplica hasta los veintipico, hasta que se completa la formación musical. Lo que ocurre, me parece es que una trayectoria artística en nuestro país tarda demasiado en ser “descubierta” por los medios. Lo joven en ese caso es el descubrimiento, no la edad del compositor.
¿Qué importancia tuvieron las músicas populares y qué juicio tenés de su influencia en otros compositores de tu generación, y aun más jóvenes?
Toda compositor nacido a partir de 1950 aproximadamente pasó su adolescencia atravesado por la cultura musical popular en un sentido amplio, salvo casos muy particulares. Sin embargo, hasta bien entrados los años 80, la influencia de las músicas populares era objeto de sospecha en la formación de los compositores “contemporáneos”. Persistía, creo, cierta idea modernista adorniana en los maestros y el rechazo en los alumnos por reincidir en alguna estética nacionalista, asociada, con razón en nuestro país, a tendencias conservadoras. Hasta que muchos empezamos a mirar con atención nuestras discotecas: ahí convivían Ligeti con Salgán, Emerson Lake & Palmer y Webern. Lo que pasó fue un sinceramiento al respecto, que no necesariamente implica que lo popular emerja como cita en la música de un compositor determinado. En mi caso, se trató de reunir lo que estaba haciendo en forma escindida: mientras estudiaba composición “culta”, tenía un trío de música popular instrumental con el que terminé tocando y escribiendo tango. Hasta que un día, el marimbista Angel Frette me lanzó el desafío de escribir algo para él, pero porque había escuchado a mi Trío.

–¿Puede hablarse todavía (pudo hablarse alguna vez) de una música argentina?
Claro que se puede. Estamos en un país joven, pero me parece que el siglo XX ya nos permite contar con una historia propia con la que dialogar y confrontar. El recorrido de la música argentina que me interesa se inicia con la polémica Nacionalismo versus Universalismo (Ginastera y Paz) y su posterior resolución en el Di Tella, que se constituyó además como espacio mítico de la vanguardia musical. Luego está la trilogía más influyente de los compositores herederos del Di Tella, que son los que se quedaron a hacer su obra aquí: Gandini, Kroepfl, Etkin. Contra ese fondo, aparecen cada vez más fuerte en diálogo y confrontación los compositores argentinos que se fueron al exterior (la generación diaspórica de la que hablan Pablo Ortiz y Pablo Fessel) y entre ellos, el que para mí deberíamos pensar como nuestro Borges musical: Mauricio Kagel.
La de la música argentina es una historia que tiene una problemática común a las demás artes de nuestro país (por ejemplo: el de cómo crear desde las orillas de Occidente, parafraseando a Sarlo), pero también tiene sus particularidades. Entre otras, lo particularmente potente que ha sido el paradigma de la música absoluta en nuestra música de vanguardia y aquel comentario del musicólogo Omar Corrado de 1997, sobre los “pudores y recatos” de nuesta producción musical. Estas dos últimas condiciones, para mi, han sido superadas en esta década. En el caso de la música autónoma, la superación se da por ampliación del horizonte: compositores que exploran lo que se llama “arte sonoro”, y el cruce concreto con músicas populares dan cuenta de ello.
La superación de los pudores y recatos es un poco más tímida, paradójicamente. Pero que tiene en Oscar Edelstein un referente para mí, en la idea de no tenerles miedo a la desmesura y el error. Edelstein posibilitó que muchos nos tiremos a la pileta e imaginar obras como “Mayo, los Sonidos de La Plaza”.
Todo lo que menciono ha producido ya una sedimentación que influye en el modo en que se hace música aquí, y que es diferente a otros lugares.
–¿Notás algún rasgo compartido entre tus contemporáneos?
No se si se puede generalizar al respecto. En lo personal, me parece que no es casual que haya terminado dentro del proyecto de música de la UNQ: allí comparto ideas y convicciones con colegas compositores, docentes y también con egresados y alumnos de la Licenciatura en composición con medios electroacústicos. Otra cosa que noto como interés común con otros compositores, aunque no tengamos estéticas musicales similares es haber salido de la institución arte, hacia espacios no convencionales, como la intervención sonora de espacios públicos y el arte sonoro. Aquí surgen nombres como los de Gabriel Paiuk o Miguel Galperín, por ejemplo.

sábado, 16 de enero de 2010

¡Qué fenómeno!

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El verano es un buen momento para introducir debates en los grandes medios. Pablo Gianera propuso como tema la música contemporánea argentina y pasó a tema de tapa en la edición de hoy de ADN, suplemento de cultura de La Nacion.
Más allá del título (que, para los que no conocen los medios gráficos, casi nunca son puestos por los redactores de los artículos), me parece que viene perfecto para empezar a reflexionar y discutir unas cuantas cosas sobre nuestro medio.
El Link al artículo directo de ADN

Para el cuerpo central del artículo Gianera contactó a unos cuantos compositores argentinos, tanto los que viven aquí como en el exterior. También hay una columna de Pablo Fessel y una entrevista al crítico del New Yorker, Alex Ross.

Me pongo a leer y luego posteo comentarios.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Balance bloggero musical 3/3 El tamaño de la cancha

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Paso datos estadísticos duros a partir del google.analytics sobre este blog. Por lo que me contó Diego Fischerman, el número global de ingresos en mi temporada alta, parece ser consistente con los de su sitio. Sociólogos o curiosos que quieran los datos concretos, me mandan un mail y se los envío como pdf.

El sitio tuvo 6939 visitas. Un promedio de casi 700 por mes.

El máximo mensual fue junio con 968 visitas. El más bajo fue cuando empecé en marzo con 336. Los 5 post más leídos se asociaron mayormente a estrenos o conciertos concretos (en este sentido, la función del espacio de la crítica o el comentario musical demuestra su vigencia. En todo caso a mi me gustaría discutir los modos de esta crítica. Me parece que pudimos avanzar en una discusión más desde dentro de la música, que en el perfil más tradicional de divulgación, propio de los diarios).

  1. "Un comentario sobre "El matadero. Un comentario". Por Abel Gilbert: 315
  2. "El regreso del ENS y Oscar Edelstein". 179
  3. "Música contemporánea y efecto cine argentino" (sobre el concierto inaugural del Ciclo de Música contemporánea del San Martín): 175
  4. CEAMC reloaded. Texto de Gabriel Paiuk, sobre el proyecto que está proponiendo en el CEAMC166
  5. "Detalles (Análisis musical breve). La melodía desnuda, Chopin" 159


Balance bloggero musical 2/3 Estadísticas

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Sin cobrar un peso por hacer este blog, escribí 79 entradas durante 2009. Pero empezando en marzo, con el siguiente desglose:
2009 (79)Mirando los temas, lo que va a mi favor es que no me dediqué tanto a subir gacetillas con información de conciertos, sino a proponer ideas para la discusión. Por eso también tuve invitados para la escritura, como Abel Gilbert, Hernan Vives y Gabriel Paiuk.
Lo de las gacetillas es porque me parece que la difusión online de la música contemporánea está funcionando más que bien: entre las cadenas de mails y sitios como aulaectroacústica.blogspot.com, más los diarios tradicionales, la información llega.
Sobre los temas en sí, las etiquetas, que empecé a poner de a poco dan una cierta muestra del repertorio propuesto:

Etiquetas

Balance bloggero musical 1/3

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A simple vista se ve que aflojé con el ritmo de escritura en el blog. El segundo cuatrimestre suele ser mucho más demandante para todos que el primero. Por eso hay mas estrenos, más conciertos, más actividad docente. etc.
Ahora que paró el frenesí, veo si me saco la modorra y retomo la escritura.
Por lo pronto, diría que no estuvo nada mal esta primer temporada bloggera. Aun cuando no escribí acá, al menos me la pasé comentando en los sitios de Gianera, Fischerman y Gutiérrez Walker. Cuando empezamos en marzo eran todo monólogos, ahora en estos sitios de a poco hay comments, que son los que hacen a la esencia de un blog. Para mi son espacios de reflexión compartidos, sin la carga institucional de los diarios o las revistas o las academias.
Lo que sigue faltando, en este sentido son más blogs. Es cierto que yo aprendí a escribir porque trabajé 12 años como periodista (los blogs antes mencionados son de personas que provienen del campo del periodismo y la crítica musical). Pero escribir sobre música es parte de la vida musical y es algo muy necesario en estos países como el nuestro.
Miguel Galperín y Adalberto Vidal tienen en estado embrionario su sitio puntocultura.org, y faltan instrumentistas que se larguen a debatir, si no es es en sus propios sitios, en los espacios que van surgiendo.
Obviamente, primero está la música. En eso ando yo también.
De todos modos, mirando el post que escribí sobre el blog de Gianera, es claro que la cosa se puso en marcha.