Música, universo en expansión

La música es el denominador común a la hora componer, tocar, dar clases, investigar y hasta escribir en general. Música, entendida para mi, como un universo en permanente expansión.

martes, 29 de septiembre de 2009

Radio en vez de salas de conciertos

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Colonia, Alemania en 1945 luego del bombardeo aliado. Solo quedó en pie la histórica Catedral. (Imagen tomada de wikipedia)

En las pasadas II Jornadas de Reflexión sobre Música organizadas por Sebastián Bauer en el CEAMC tuve el placer de conocer finalmente en persona a Margarita Fernández. Lúcida intérprete e investigadora, formó parte del comité de lectura junto con Pablo Fessel.
Mi participación giró en torno a la querella entre Música y Arte sonoro. En ese marco me referí a la importancia del Arte radiofónico, cuyo epicentro fue Alemania y nuestro Mauricio Kagel.
Fernández hizo uno de esos comentarios que, en su sintética explicitación, dan riqueza y relieve a fenómenos como el que estaba comentando.
Según recordó Margarita, la radio pública fue el modo más rápido que tuvo Alemania, país devastado por la Segunda Guerra Mundial, para reiniciar su vida artística.
Mientras, literalmente, se reconstruían por completo las ciudades (y con ellas, sus salas de concierto) la radio fue el vehículo ideal para mantener el contacto entre los creadores y el público.
Así fue como, en 1956, un húngaro pudo escuchar en Budapest el estreno mundial del Gesang der jünglinge, de Stockhausen, en el medio del ruido de los tanques rusos reprimiendo la revuelta zíngara y sin tener del todo claro qué era música y qué era interferencia radial.

Por otras razones, pero con resultados similares a los de Ligeti, dos compositores argentinos, Oscar Edelstein y Mariano Etkin han rememorado sus primeros contactos con músicas nuevas a través de la radio. Edelstein escuchando Stockhausen en una radio en la casa de Juan L. Ortiz, en Paraná. Etkin, descubriendo a Kagel y su Anagrama, gracias a una emisión de Radio Nacional, que pasaba emisiones producidas por las radios públicas europeas.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Títulos

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Estuve unos días afuera y me perdí los conciertos de Gerardo Gandini y Francisco Kröpfl (de éste último, Gianera hizo un pormenorizado comentario en La Nacion).
Nuestros patriarcas hacen músicas que suenan diferentes, pero se acercan últimamente en los títulos de sus obras. Gandini, como ya hemos comentado en anteriores post ha estado escribiendo obras para piano que titula Sonatas. Kröpfl, retomó su costumbre inicial, tomada de su maestro Juan Carlos Paz de cifrar sus obras mencionando el orgánico y la fecha de escritura. Música 09 es su último estreno, que conecta con su Música 1966 para piano, que, a su vez, remite a Música 1946, también para piano de Paz.
Los nombres que se les ponen a las obras no son un tema menor. En ambos casos hacen clara referencia a un pensamiento centrado en la autonomía de la música. No puedo generalizar, pero noto que los compositores de las generaciones que les seguimos, tienen (tenemos) una práctica distinta.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La muerte de la obra inmortal

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Tal vez, fue una linda idea.
Seguro, fue un efectivo vehículo para la hegemonía cultural de sus creadores, los románticos alemanes. Cuando el arte se autonomizó, entre otras cosas, de la religión, terminó tomando su lugar: el arte como algo sagrado.
Entonces, la obra de "Arte" aspiró a ser lo mejor de la humanidad y también, a la eternidad.
La eternidad asociada a la idea de novedad provocó, como efecto no deseado, la separación de la obra nueva respecto de su público contemporáneo. Este cisma se salvó para los artistas incomrprendidos con la promesa de un mas allá: la gloria póstuma. La trascendencia como redención.
Que la obra inmortal haya muerto, me parece, es un alivio para todos, para el público y para los compositores. ¿Se trata de volver a lo performático del aquí y ahora? Preguntas que vienen surgiendo hace tiempo (en la era del arte posthistórico, según la definición de Arthur Danto) y también en posts y comentarios nacionales que recomiendo rastrear en las sitios de Gianera, Fischerman y Walker que figuran aquí al lado.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Clásico y/o Moderno

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Hernán Vives es un gran músico anfibio. Interpreta música antigua y también toca y compone música experimental. Hace tiempo que trata de cruzar ambos territorios, por ejemplo, llevando su tiorba barroca a contextos actuales. Hace poco lo hizo en el ciclo Aventuras del CEAMC.

A raiz de un post anterior de Gabriel Paiuk, se largó a escribir una reflexión sobre la situación de la música contemporánea y los compartimentos estancos, que paso a postear a continuación.

POR HERNAN VIVES

Creo que el concierto al que fui generosamente invitado a participar como intérprete y compositor por Gabriel (a esta altura puedo decir un verdadero compañero de ruta) merece unas lineas. Es la única oportunidad de este tipo que tuve hasta ahora (sin que lo organice yo mismo) para hacer que convivan y resuenen para la escucha publica la "música antigua" y la "música contemporánea" así que acá van unas ideas sobre lo que estuvieron escribiendo en el blog.

Hay muchas cuestiones importantes aquí y no cerraran por supuesto en un pequeño texto; tampoco es mi intención. En principio me decido por el tema de los compartimentos, los rótulos.

Al respecto, los que seguro nunca están al día son las instituciones (de enseñanza, de difusión de promoción etc.). Excepciones las hay, pero creo que han sido gestos eventuales sin intención clara de acompañar un desarrollo, una acción en el tiempo.

Lo cierto es que, finalmente, la mayoría de nosotros estamos en ellas (las instituciones) de alguna u otra manera y somos nosotros los que no actuamos para cambiar(las).

Hay un punto en que, como los perros, marcamos territorio y entonces dividimos aguas.

No se, quizás tenga que ser así... ¿pero siempre ha sido así???

Las religiones y la músicas tuvieron alguna oportunidad, cuando Alfonso el de las cantigas por ejemplo, pero ahí si que parece que se escucharon y no había web.

Al menos no parece ser tan fácil tolerar, abrir los compartimentos, ni en lo personal ni en lo colectivo. Para mi esta clara una cosa: al menos desde el renacimiento para acá lo mas castigado siempre ha sido lo no académico.

Por ejemplo: uno sigue leyendo cómo se aclara con insistencia que en una obra, aunque hay "azar", "aleatoriedad" etc. no es "improvisado".

Creo que, aunque ciertamente no todos, los músicos están "al día.". Esto ha ocurrido siempre. Lo extraño es que se habla siempre de las "ars novas" del pasado, pero nunca lo hacemos con las del presente. Ser el ars nova del presente es tal vez lo que lo haga contemporáneo. Aclaro que para mi "estar al día" no significa pensar de un modo evolucionista. La idea es más bien cercana a la de Agamben, aquello de que para ser contemporáneo, uno está como desfasado de su tiempo.

Por fortuna, de todos modos el sonido es como los elementos, el agua el fuego; se escapa y nos transforma. Luego, que la obra de quien sea se conozca en su momento, es una cuestión mucho mas grande, que incluye cuestiones económico- sociales; en el mundo en general y agravada acá por nuestra situación en particular.

Los compartimentos estancos existen. Recuerdo que, como hace 15 años, los de la Fundación Antorchas nos pusieron como finalistas en la categoría "teatro", con un proyecto que habíamos presentado por fuera de las categorías existentes, ya que en la obra ni la música, ni la danza, ni los textos o las imágenes se llevaban el premio. En aquel momento supe que perderíamos, pero que estaba bueno porque si a algún ámbito seguro no pertenecíamos por las experiencias individuales de aquel grupo era al teatro.

Hoy, para la ley de mecenazgo las categorías que existen son dos: música académica y música popular.

Hace mas de 20 años que mi camino me viene haciendo cruzar y atravesar desde adentro diversos "ambientes" musicales en argentina. Es mi destino quizás como diría Yupanqui, piedra y camino. No es mejor ni peor, pero lo he visto y lo sigo viendo

Cuando no te pueden ubicar en algún estante se complica y no hablo del publico en general.

Todos sabemos la cantidad de sonido vital que anda por ahí sufriendo la indiferencia, la carencia material. Y siempre sigo escuchando de abrir espacios y spe de gente que ·"ya lo había realizado en su obra".

En todo caso, el par de conciertos que creó Gabriel y la iniciativa general desde el Ceamc reloaded, tienen en el cuerpo esa aventura, ese riesgo. Sería para festejar que en cada ámbito surgieran espontáneamente.

abrazo, vives