Música, universo en expansión

La música es el denominador común a la hora componer, tocar, dar clases, investigar y hasta escribir en general. Música, entendida para mi, como un universo en permanente expansión.
Mostrando entradas con la etiqueta Kagel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Kagel. Mostrar todas las entradas

lunes, 31 de mayo de 2010

Obras argentinas para piano por Mesz

0 comentarios
Un poco de autobombo. La info detallada de obras, en el blog de Aie Juárez, Música en perspectivas.

Desde el piano
Piezas argentinas de nuestro tiempo
Obras de A. Juárez, Kagel, Kröpfl, Liut, Pavlovsky, Sad y Tarrats
Bruno Mesz y Martín Pavlovsky al piano
Sala Carlos Guastavino del Centro Nacional de la Música
México 564, CABA, Domingo 6 de junio, 19 hs.

Entrada libre y gratuita

lunes, 18 de enero de 2010

Sobre la nota en ADN de Gianera y los compositores argentinos (1)

1 comentarios
La nota de Pablo Gianera en ADN tiene muchos méritos, entre otros, haber condensado unos cuantos temas para reflexionar y discutir. Mérito que se puede apreciar en las preguntas que me mandó para participar del debate.
Lógicamente, de lo que escribí Pablo hizo un (muy buen) resumen. Pero ya que el blog lo permite, pego aquí abajo mis respuestas completas:
–¿Qué restricciones y qué libertades contiene, en tu caso, el acto de componer hoy en Argentina?
Las restricciones son económicas. Estas hacen que yo me dedique menos tiempo del que me gustaría a componer. Y que los instrumentistas, con los que he trabajado con enorme placer y de los que aprendí muchísimo, tengan menos tiempo del que les gustaría para dedicarse a estudiar y tocar nuevas músicas. De este modo, el desarrollo artístico se hace más lento y complejo.
Como contrapartida, poder vivir en Buenos Aires -ciudad en la que nací y amo profundamente sin que me importe saber por qué-, significa para mí la más absoluta libertad para imaginar lo posible y lo imposible. Y, debo decir que, a lo largo de esta década que termina, varios de esos sueños, se pudieron hacer realidad aquí.
–¿Hasta qué edad se es un compositor joven en Argentina?
Ligeti explicó en algún lado que el tiempo que lleva madurar como compositor es mayor ahora que en los tiempos de Mozart. La razón es que Mozart componía dentro de un universo de posibilidades menor, con límites claros, como los de la tonalidad. Dicho esto, me parece que se exagera con el límite. Creo que joven compositor aplica hasta los veintipico, hasta que se completa la formación musical. Lo que ocurre, me parece es que una trayectoria artística en nuestro país tarda demasiado en ser “descubierta” por los medios. Lo joven en ese caso es el descubrimiento, no la edad del compositor.
¿Qué importancia tuvieron las músicas populares y qué juicio tenés de su influencia en otros compositores de tu generación, y aun más jóvenes?
Toda compositor nacido a partir de 1950 aproximadamente pasó su adolescencia atravesado por la cultura musical popular en un sentido amplio, salvo casos muy particulares. Sin embargo, hasta bien entrados los años 80, la influencia de las músicas populares era objeto de sospecha en la formación de los compositores “contemporáneos”. Persistía, creo, cierta idea modernista adorniana en los maestros y el rechazo en los alumnos por reincidir en alguna estética nacionalista, asociada, con razón en nuestro país, a tendencias conservadoras. Hasta que muchos empezamos a mirar con atención nuestras discotecas: ahí convivían Ligeti con Salgán, Emerson Lake & Palmer y Webern. Lo que pasó fue un sinceramiento al respecto, que no necesariamente implica que lo popular emerja como cita en la música de un compositor determinado. En mi caso, se trató de reunir lo que estaba haciendo en forma escindida: mientras estudiaba composición “culta”, tenía un trío de música popular instrumental con el que terminé tocando y escribiendo tango. Hasta que un día, el marimbista Angel Frette me lanzó el desafío de escribir algo para él, pero porque había escuchado a mi Trío.

–¿Puede hablarse todavía (pudo hablarse alguna vez) de una música argentina?
Claro que se puede. Estamos en un país joven, pero me parece que el siglo XX ya nos permite contar con una historia propia con la que dialogar y confrontar. El recorrido de la música argentina que me interesa se inicia con la polémica Nacionalismo versus Universalismo (Ginastera y Paz) y su posterior resolución en el Di Tella, que se constituyó además como espacio mítico de la vanguardia musical. Luego está la trilogía más influyente de los compositores herederos del Di Tella, que son los que se quedaron a hacer su obra aquí: Gandini, Kroepfl, Etkin. Contra ese fondo, aparecen cada vez más fuerte en diálogo y confrontación los compositores argentinos que se fueron al exterior (la generación diaspórica de la que hablan Pablo Ortiz y Pablo Fessel) y entre ellos, el que para mí deberíamos pensar como nuestro Borges musical: Mauricio Kagel.
La de la música argentina es una historia que tiene una problemática común a las demás artes de nuestro país (por ejemplo: el de cómo crear desde las orillas de Occidente, parafraseando a Sarlo), pero también tiene sus particularidades. Entre otras, lo particularmente potente que ha sido el paradigma de la música absoluta en nuestra música de vanguardia y aquel comentario del musicólogo Omar Corrado de 1997, sobre los “pudores y recatos” de nuesta producción musical. Estas dos últimas condiciones, para mi, han sido superadas en esta década. En el caso de la música autónoma, la superación se da por ampliación del horizonte: compositores que exploran lo que se llama “arte sonoro”, y el cruce concreto con músicas populares dan cuenta de ello.
La superación de los pudores y recatos es un poco más tímida, paradójicamente. Pero que tiene en Oscar Edelstein un referente para mí, en la idea de no tenerles miedo a la desmesura y el error. Edelstein posibilitó que muchos nos tiremos a la pileta e imaginar obras como “Mayo, los Sonidos de La Plaza”.
Todo lo que menciono ha producido ya una sedimentación que influye en el modo en que se hace música aquí, y que es diferente a otros lugares.
–¿Notás algún rasgo compartido entre tus contemporáneos?
No se si se puede generalizar al respecto. En lo personal, me parece que no es casual que haya terminado dentro del proyecto de música de la UNQ: allí comparto ideas y convicciones con colegas compositores, docentes y también con egresados y alumnos de la Licenciatura en composición con medios electroacústicos. Otra cosa que noto como interés común con otros compositores, aunque no tengamos estéticas musicales similares es haber salido de la institución arte, hacia espacios no convencionales, como la intervención sonora de espacios públicos y el arte sonoro. Aquí surgen nombres como los de Gabriel Paiuk o Miguel Galperín, por ejemplo.

martes, 29 de septiembre de 2009

Radio en vez de salas de conciertos

0 comentarios
Colonia, Alemania en 1945 luego del bombardeo aliado. Solo quedó en pie la histórica Catedral. (Imagen tomada de wikipedia)

En las pasadas II Jornadas de Reflexión sobre Música organizadas por Sebastián Bauer en el CEAMC tuve el placer de conocer finalmente en persona a Margarita Fernández. Lúcida intérprete e investigadora, formó parte del comité de lectura junto con Pablo Fessel.
Mi participación giró en torno a la querella entre Música y Arte sonoro. En ese marco me referí a la importancia del Arte radiofónico, cuyo epicentro fue Alemania y nuestro Mauricio Kagel.
Fernández hizo uno de esos comentarios que, en su sintética explicitación, dan riqueza y relieve a fenómenos como el que estaba comentando.
Según recordó Margarita, la radio pública fue el modo más rápido que tuvo Alemania, país devastado por la Segunda Guerra Mundial, para reiniciar su vida artística.
Mientras, literalmente, se reconstruían por completo las ciudades (y con ellas, sus salas de concierto) la radio fue el vehículo ideal para mantener el contacto entre los creadores y el público.
Así fue como, en 1956, un húngaro pudo escuchar en Budapest el estreno mundial del Gesang der jünglinge, de Stockhausen, en el medio del ruido de los tanques rusos reprimiendo la revuelta zíngara y sin tener del todo claro qué era música y qué era interferencia radial.

Por otras razones, pero con resultados similares a los de Ligeti, dos compositores argentinos, Oscar Edelstein y Mariano Etkin han rememorado sus primeros contactos con músicas nuevas a través de la radio. Edelstein escuchando Stockhausen en una radio en la casa de Juan L. Ortiz, en Paraná. Etkin, descubriendo a Kagel y su Anagrama, gracias a una emisión de Radio Nacional, que pasaba emisiones producidas por las radios públicas europeas.

miércoles, 8 de julio de 2009

Legión extranjera por radio capítulo 2

0 comentarios
Anoche empecé con los 4 capítulos del ciclo "La Legión Extranjera. Compositores argentinos en el exterior" en Fm 96.7 Clásica, de Radio Nacional. Estuvo dedicado a dos pioneros: Mauricio Kagel y Mario Davidovsky. Fue interesante el contraste. Kagel, que vivió en Alemania, y Davidovsky que vive en los Estados Unidos pertenecen a la misma generación y pasaron, antes de irse por la Agrupación Nueva Música, que creó Juan Carlos Paz.
Ambos viajaron en pleno auge de la radicalidad modernista en música. Ambos no solo fueron partícipes activos de la escena musical de los 60 sino que se transformaron en referentes con su producción musical. Los sincronismos de Davidovsky para instrumento y electrónica son clásicos de la música "Mixta". Sobre Kagel ya hemos hablado bastante en anteriores posts.
Pasamos obras en las que ambos toman como tema y problema a la música popular. La primer gran diferencia es el modo velado, discretísimo, que establece Davidovsky para citar esas otras músicas. Y el modo más directo, paródico de Kagel. Davidovsky suena en las antípodas, no de Kagel, sino de otro argentino que triunfa en los Estados Unidos: Osvaldo Golijov.
EL martes próximo, precisamente, vamos a quedarnos en la Legión extranjera en USA, escuchando obras de Golijov y Pablo Ortíz. Como Ortíz está en Buenos Aires va a participar en vivo del programa que va de 21 a 22 y también se puede escuchar por internet.

lunes, 22 de junio de 2009

Zeitgest kageliano

0 comentarios
Zeitgeist es una bella palabra/concepto acuñada por los románticos alemanes, que ha trascendido la frontera de la lengua germana por derecho propio. Por lo información que estoy recabando es aplicable al fenómeno de recuperación de la figura de Kagel en la Argentina.
Diferentes actores del campo de la música, pertenecientes a diferentes generaciones y con intereses estéticos diversos, convergieron en la necesidad de provocar su regreso, primero simbólico y finalmente físico, entre 1990 y 2006.
Ya hemos mencionado la importancia de los artículos publicados por la Revista Lulú en 1991 y 1992 y la edición del sello Auvidis, de 1997 (el 1 a 1 ayudó, claramente, a que esa colección haya llegado a la argentina. Fue importada por Zival's). Sobre esta base, me impresiona ir comprobando una especie de denominador común en el efecto que fue produciendo en muchos de nosotros, más o menos al mismo tiempo. Primero, la sorpresa, luego la fascinación y luego salir en busca de más, discos, partituras, textos.
Así le pasó a Federico Monjeau, que consiguió el teléfono de su casa (en tiempos en que no existía internet) y lo invitó a participar del comité editorial de Lulú. Kagel declinó la oferta, tal vez cohibido por la distancia, pero en cambio le mandó los artículos que serían publicados luego.

PS: sí, el hipervínculo lleva a wikipedia. Honestamente, me pareció que el artículo es claro y simple. No me asusta wikipedia, en la medida en que uno no se pasee por ella sin prestar la debida atención-prevención del caso.

jueves, 18 de junio de 2009

La "argentinidad" en Kagel (4), según Etkin

0 comentarios
El próximo domingo, a las 18, Mariano Etkin presentará "Transposiciones", una entrevista que, deduzco, le hizo él mismo a Mauricio Kagel. El encuentro, con entrada libre y gratuita, se llevará a cabo en el Teatro Argentino de La Plata. El pianista Bruno Mesz tocará An tasten, de Kagel.
Etkin ha sido uno de los más fervientes defensores de la "argentinidad" Kageliana. Encontré en internet una entrevista que Fernando Lerman le hizo a Etkin en 2003, en el marco de una cursada de una materia en la maestría de música latinoamericana de la Universidad de Cuyo. La desgrabación respeta -tal vez en demasía- la oralidad del original, pero prefiero mantener las citas del modo en que lo decidió su autor.
Etkin asegura que la música de Kagel y el lugar que él ocupa en Europa "es porque se educó acá".
La educación y la experiencia vital de Kagel en la Argentina (recordemos que se fue a los 26 años, con una background cultural notable) fueron la condición para su obra en Europa, segúnEtkin. Mariano sostiene: " Yo creo que es uno de los compositores más argentinos que hay en el planeta. Vive en Alemania hace 40 años, pero [...] la problemática de su música y de su estética es una problemática esencialmente argentina. Toda su ironía, toda su posibilidad de distanciamiento con respecto a ese mundo europeo, es tomado muy irónicamente, la parodia, todo eso es muy argentino. Eso a un alemán jamás se le podría ocurrir. La distancia que tiene con respecto a la cultura europea es la característica y distancia que tiene un argentino".

lunes, 15 de junio de 2009

Süden en concierto (1): El placer (perdido) de la primera audición

2 comentarios
Ayer volvió a tocar el Ensamble Süden. Fue en un espacio atípico pero bienvenido, el nuevo Café Vinilo, en Gorriti al 3700. Estuvo lleno de gente que pudo escuchar obras de Berg, Webern, Xenakis y los argentinos Kagel y Horst, en una sala con mesas que, a más de uno, les permitió acompañar el asunto con cerveza y picadita.
De las cinco obras, tres fueron para mi primeras audiciones (sobre el concierto en general, que estuvo muy bueno y se repite el próximo domingo, escribiré en posteriores post).
Se ha señalado que una de las dificultades que presenta la nueva música es su variedad estética. Al ser tan amplia, implica un gran esfuerzo de "ecualización" por parte del oyente para prestar adecuada atención a la materia, organización y discurso que propone cada pieza. Se ha argumentado también que, en tiempos del sistema tonal, su código, conocido por todos, otorgababa un marco finito que permitía el goce de la novedad, pero dentro de un campo de juego conocido. De este modo, en tiempos de Mozart a Schumann, primaba la música "contemporánea".
Sin embargo, las primeras audiciones no son moneda corriente tampoco en la música popular del presente. Muchas veces, amigos se han quejado de que un grupo X había tocado "demasiados temas nuevos" en un recital. En el campo del rock, por ejemplo, diría que el "estreno absoluto" en vivo es una práctica totalmente infrecuente. Los fans llegan habiendo escuchado, como mínimo, los temas de corte de difusión. Y casi seguro se compraron o copiaron el disco completo antes de llegar al concierto.
¿Por qué ocurre esto? Una hipótesis, que habría que demostrar es que ante una música nueva, desconocemos nuestro futuro inmediato. Estamos "a merced" del intérprete-compositor. Pero, sobre todo, creo, tomamos conciencia del pleno presente, del transcurso del tiempo.
Ayer, escuchando la brillante interpretación de Pablo Malamud en viola, Martín Devoto en chelo y Facundo Ordóñez en contrabajo de Aus dem Nachlass, de Mauricio Kagel, disfruté muchísimo el "no saber" qué ocurriría un instante después, mientras transcurría la obra. Este "no saber" no significa ignorancia total, claro. Por el contrario, entran en juego las implicaciones perceptuales que propone la materia sonora puesta en obra por Kagel, además de la retórica y el conocimiento del resto de sus obras. El futuro inmediato fue, así, un campo de posibilidades, un maravilloso juego de hipótesis posibles y posterior constatación o denegación de las mismas, de soluciones ingeniosas previstas o de felices caminos inesperados. En el tiempo real, presente, irrepetible, de la primera audición

sábado, 13 de junio de 2009

¡Vuelve el ensamble Süden a los escenarios porteños!

0 comentarios
La creación del Ensamble Süden fue un hito importante en el proceso de "repatriación-reargentinización" de Mauricio Kagel. Significó el paso de la recepción de las ideas y de las obras al de la interpretación directa de las mismas. No es que nadie tocara su música aquí. Gandini programó Tango Alemán (En el Goethe) y Variete (en la sala principal del Colón) sin ir más lejos. Pero la diferencia, cualitativa, radicó en el interés específico por esta música. Interés y entusiasmo, agregaría, lo que la sacó de cierta lógica de la rutina de preparación de conciertos (dicho esto en sentido crítico) en la que también había caído Gandini a finales de los 90. Se hacía música contemporánea, pero los intérpretes no estaban comprometidos con la música que tocaban.
No es el caso del Ensamble Süden que este domingo 14, a las 19 vuelve al ruedo, en Café Vinilo
Gorriti 3780. Reservas al 4866-6510 con entrada a 12 pesos.
Tocarán obras de Webern, Berg, Xenakis, Sciarrino y dos argentinos: Horst y Kagel.

Programa
Anton Webern
Seis bagatelas op.9 (1913)
para cuarteto de cuerdas

Alban Berg
Cuatro piezas, op. 5 (1913)
para clarinete y piano

Iannis Xenakis
Morsima-Amorsima (1962)
vioín, cello, contrabajo y piano

Mauricio Kagel
Aus dem Nachlass (1986)
viola, cello y contrabajo

Salvatore Sciarrino
Centauro Marino (1984)
clarinete, violín, viola, cello y piano

Jorge Horst
Madrigale a Gesualdo (1990)
quinteto de cuerdas

Ensamble Süden
Federico Landaburu: clarinete
Pablo Jivotoschii: violín
Carlos Brítez: violín
Mariano Malamud: viola
Martín Devoto: cello
Facundo Ordoñez: contrabajo
Diego Ruiz: piano
Pon fotos sin limite en slide.com GRATIS!!!

jueves, 4 de junio de 2009

Luche y vuelve: la "argentinidad" en Kagel (3)

1 comentarios
El Festival Kagel, organizado por el Centro de Experimentación del Teatro Colón gracias a la tosudez de Diana Theocharidis fue el punto culminante del operativo retorno del gran maestro a su ciudad natal. El recorrido fue sinuoso y con equívocos. La distancia, parece, tiende a cristalizar las obras de los músicos que se radican en el exterior.
Al menos hasta la actual explosión de la red, lo que me parece que ocurrió con la recepción de la música de los argentinos de la legión extranjera fue cierta tendencia a la "foto" antes que a la "película".
De Kagel, quedó su paso en 1974, como el tipo-gracioso-del-teatro-musical-y-el-absurdo.
La "foto" también nos quedó de otro pionero en el exilio musical, Mario Davidovksy. Aquí tuvo particular suceso su serie de "Sincronismos" para instrumentos varios y cinta. Aquí se conocieron, me parece, en la década del 80, que fue cuando el propio Davidovksy pasó por Buenos Aires (me acuerdo de conciertos en el LIPM y de un gran cuarteto de cuerdas, en el Museo Nacional de Bellas Artes). ¡Pero el tipo sigue vivo! Y según me comentó Miguel Galperín, su música se modificó bastante durante los años de entonces hasta hoy. Lo cual es lógico, por cierto, pero no impide que uno se quede en esa imagen única, de la presencia.
En el caso de Kagel, como ya mencionamos en el primer post de esta serie, su música contó siempre con cultores y esporádicas difusiones por aquí. El cambio que desembocó en el Festival Kagel de 2006, se inició a partir de dos publicaciones que realizó la mítica Revista Lulú con textos que el propio Kagel envió, en 1992. (y que ahora se pueden leer en el sitio de Puntos de Vista)
Respecto de la recepción de la música de Kagel en Buenos Aires, me encontré con un muy buen trabajo de rastreo de información, realizado por Luciano Marra de la Fuente, en su sitio Tiempo de música y que tituló con el nombre de la monumental obra radiofónica "Cerca y lejos".

Aviso del concierto de Kagel en Buenos Aires. año 1974, publicado en el Diario La Nación.
(tomado del blog Tiempo de música)

martes, 2 de junio de 2009

La "argentinidad" en Kagel (2)

0 comentarios
En "Otra parte", la revista de artes y letras que dirigen Marcelo Cohen y Graciela Speranza escribe Abel Gilbert sobre Kagel:

"Mauricio Kagel murió en Colonia, Alemania, el 18 de setiembre del 2008, a los 76 años. Pocos obituarios se privaron de glosar a John Cage a la hora de despedirlo. “El mejor músico europeo es argentino”, había dicho sobre Kagel. A Cage le fascinaba esa condición de hombre de varios mundos que Kagel encarnaba. Kagel como un decaedro: el dela Buenos Aires de mediados de los años 50, influenciado por la Bauhaus y el surrealismo. El integrante del dream team de Darmstdat, la Meca de la Nueva Música de Posguerra. El que adoptó el serialismo. El que lo abandonó e incursionó en la aleatoriedad y la manipulación electrónica. Aquel que comenzó a intervenir bajo el efecto Fluxus. El compositor de teatro instrumental. El compositor de piezas radiofónicas que resignificaron el género. El realizador cinematográfico. El músico posmoderno que exhumó discursos musicales desvalorizados. El músico puro. Esa facilidad para el tránsito la traía de Buenos Aires, la ciudad donde había nacido en la navidad de 1931. Educado en un mundo de inmigrantes judíos y de izquierda, Kagel conoció el teatro de Shakespeare en idish antes que en castellano o inglés. Durante su infancia y adolescencia tomó lecciones de piano, violonchelo, clarinete y arpa. Estudio literatura con Jorge Luis Borges y fue amigo de Witold Gombrowicz. Kagel fue fundador de la Cinemateca Argentina.Giró brevemente en la órbita de Juan Carlos Paz, fue maestro preparador de ópera en el Teatro Colón y compuso la primera y gigantesca pieza de música concreta fuera de Francia "Música para la torre". Abandonó la Argentina en 1957, a instancias de Pierre Boulez. Llegó en 1957 al estudio de música electrónica de la Westdeutscher Rundfunk (WDR) de Colonia. Y allí empezó su otra historia."

(El resto del texto está en la revista en papel. Parece que pronto estará funcionando el sitio en internet: www.revistaotraparte.com)

lunes, 1 de junio de 2009

La "argentinidad" en Kagel (1)

0 comentarios

¿Kagel es argentino o alemán? La pregunta ha resultado ser mucho menos ingenua de lo que parece a primera vista, por lo que me tomaré varios post para explicar porqué vale la pena ensayar una respuesta. No me voy a hacer el misterioso, aclaro que sí, que para mí nunca hubo duda de su argentinidad desde que entré en contacto con sus ideas y su obra.
El asunto es que no fue una idea aceptada por muchos en la Argentina. Y esto se debe, intentaré argumentar, a que su figura promovía pensar la música de un modo bastante diferente (y más amplio) que lo que se venía pensando aquí.
Comienzo, por lo pronto, citando el obituario escrito por Federico Monjeau en Clarín:
"El establishment musical argentino pudo haberlo ignorado olímpicamente, aunque Kagel siguió siendo una referencia fundamental para varios compositores que siguieron su música a distancia. El interés por su música nunca desapareció de la Argentina, pero es evidente que en los últimos años se generalizó y que su música se empezó a tocar con más frecuencia. No casualmente uno de los principales grupos de cámara surgidos estos últimos años, Ensamble Süden, lleva el nombre de una de sus piezas de La rosa de los vientos".

martes, 31 de marzo de 2009

La legión extranjera

0 comentarios
Con los pioneros Mauricio Kagel, Mario Davidovsky y Horacio Vaggione, la Argentina exporta desde hace décadas, también, compositores.
La experiencia del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (Claem) fue determinante en este sentido: clausuró algunas viejas antinomias, proveyó de información musical y estética y tecnología de avanzadas. De allí surgieron las tres máximas referencias para la composición en el país desde entonces: Gerardo Gandini, Francisco Kröpfl y Mariano Etkin.
Ellos formaron a muchos de los músicos que hoy viven y llevan adelante sus carreras en diferentes lugares del planeta. Hay un grupo importante, que, además, lo hace con singular éxito, en medios culturales divergentes. Se trata de una legión extranjera que, a pesar de la distancia (geográfica y temporal) mantiene vínculos con la argentina. La relación varía, en un arco que va del amor al odio y, también, la indiferencia. Pero no solo de los "legionarios" hacia su país de origen, sino también de los que nos quedamos acá hacia los que andan por allá.
Por eso me parece que la cuestión de la identidad, la pertenencia a un medio cultural propio o adoptado, ser argentino desde acá o desde allá, conforman un nudo problemático que se deberían repensar en nuestro medio. Por lo pronto, iré tirando algunas ideas o apuntando notas de otras personas para abrir el debate.