Con los pioneros Mauricio Kagel, Mario Davidovsky y Horacio Vaggione, la Argentina exporta desde hace décadas, también, compositores.
La experiencia del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (Claem) fue determinante en este sentido: clausuró algunas viejas antinomias, proveyó de información musical y estética y tecnología de avanzadas. De allí surgieron las tres máximas referencias para la composición en el país desde entonces: Gerardo Gandini, Francisco Kröpfl y Mariano Etkin.
Ellos formaron a muchos de los músicos que hoy viven y llevan adelante sus carreras en diferentes lugares del planeta. Hay un grupo importante, que, además, lo hace con singular éxito, en medios culturales divergentes. Se trata de una legión extranjera que, a pesar de la distancia (geográfica y temporal) mantiene vínculos con la argentina. La relación varía, en un arco que va del amor al odio y, también, la indiferencia. Pero no solo de los "legionarios" hacia su país de origen, sino también de los que nos quedamos acá hacia los que andan por allá.
Por eso me parece que la cuestión de la identidad, la pertenencia a un medio cultural propio o adoptado, ser argentino desde acá o desde allá, conforman un nudo problemático que se deberían repensar en nuestro medio. Por lo pronto, iré tirando algunas ideas o apuntando notas de otras personas para abrir el debate.
La experiencia del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (Claem) fue determinante en este sentido: clausuró algunas viejas antinomias, proveyó de información musical y estética y tecnología de avanzadas. De allí surgieron las tres máximas referencias para la composición en el país desde entonces: Gerardo Gandini, Francisco Kröpfl y Mariano Etkin.
Ellos formaron a muchos de los músicos que hoy viven y llevan adelante sus carreras en diferentes lugares del planeta. Hay un grupo importante, que, además, lo hace con singular éxito, en medios culturales divergentes. Se trata de una legión extranjera que, a pesar de la distancia (geográfica y temporal) mantiene vínculos con la argentina. La relación varía, en un arco que va del amor al odio y, también, la indiferencia. Pero no solo de los "legionarios" hacia su país de origen, sino también de los que nos quedamos acá hacia los que andan por allá.
Por eso me parece que la cuestión de la identidad, la pertenencia a un medio cultural propio o adoptado, ser argentino desde acá o desde allá, conforman un nudo problemático que se deberían repensar en nuestro medio. Por lo pronto, iré tirando algunas ideas o apuntando notas de otras personas para abrir el debate.
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