No pude asistir al estreno de "El matadero, un comentario" de la dupla Delgado-García Wehbi. Por suerte, se anuncia que seguirá todos los sábados de mayo.
Mientras tanto, que el acontecimiento reviste su importancia para el campo cultural lo prueba que hoy ya salieron las reseñas de los principales críticos del campo:Pablo Gianera en La Nación y Federico Monjeau, en Clarín (el estreno fue ayer sábado, aunque imagino que ambos deben haber estado en la función privada del viernes. Diego Fischerman no creo que escriba porque trabaja en el Rojas, que fue la institución que les encargó esta obra).
Ambos se han encontrado, claramente, en problemas para hablar de la relación texto-dramaturgia y música. A ambos les gustó la música pero no tanto lo teatral-textual. Como dice Gianera "la música, se diría, apenas queda salpicada por el barro y la sangre del matadero". En esta frase encuentro el desafío que les impuso una obra cuya temática, panfletaria y desaforada en su matriz política, pone a la música pura ante el abismo de lo "real", por decirlo de algún modo. Habiendo visto las otras dos óperas de esta dupla y otras piezas teatralesde García Wehbi, puedo imaginar que a éste último se le haya ido la mano una vez más en el subrayado de lo explícito, (su apuesta a lo prosaico, por sobre lo poético) como señala Monjeau, un tanto molesto: "Matasiete (actuado por Federico Figueroa) interpela al público en un estilo verdaderamente pasado de moda, con un libreto plagado de inflamadas frases hechas"
Pero habrá que estar en persona para decir algo más.
Mientras tanto, que el acontecimiento reviste su importancia para el campo cultural lo prueba que hoy ya salieron las reseñas de los principales críticos del campo:Pablo Gianera en La Nación y Federico Monjeau, en Clarín (el estreno fue ayer sábado, aunque imagino que ambos deben haber estado en la función privada del viernes. Diego Fischerman no creo que escriba porque trabaja en el Rojas, que fue la institución que les encargó esta obra).
Ambos se han encontrado, claramente, en problemas para hablar de la relación texto-dramaturgia y música. A ambos les gustó la música pero no tanto lo teatral-textual. Como dice Gianera "la música, se diría, apenas queda salpicada por el barro y la sangre del matadero". En esta frase encuentro el desafío que les impuso una obra cuya temática, panfletaria y desaforada en su matriz política, pone a la música pura ante el abismo de lo "real", por decirlo de algún modo. Habiendo visto las otras dos óperas de esta dupla y otras piezas teatralesde García Wehbi, puedo imaginar que a éste último se le haya ido la mano una vez más en el subrayado de lo explícito, (su apuesta a lo prosaico, por sobre lo poético) como señala Monjeau, un tanto molesto: "Matasiete (actuado por Federico Figueroa) interpela al público en un estilo verdaderamente pasado de moda, con un libreto plagado de inflamadas frases hechas"
Pero habrá que estar en persona para decir algo más.
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