Música, universo en expansión

La música es el denominador común a la hora componer, tocar, dar clases, investigar y hasta escribir en general. Música, entendida para mi, como un universo en permanente expansión.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Musica contemporánea y efecto "cine argentino"

La inauguración del Ciclo de Música contemporánea del San Martín reavivó la discusión sobre cuál es el verdadero estado de las cosas en nuestro campo.
Los medios masivos elogiaron sin reservas el concierto inaugural del ciclo, con la Orquesta Sinfónica Nacional tocando músicas que, no por importantísimas, tenemos que recordar que ya no son contemporáneas. Atmósferas está a dos años de cumplir medio siglo y la Sinfonia de Berio, 41.
Se trata de dos obras que muchos de los que estuvimos ahí escuchamos y analizamos con fruición y detalle.... grabación de por medio.
La sala Martín Coronado está pensada para teatro de prosa. Esto significa un tiempo de reverberación corto, poco apto para la música. Si a eso sumamos que en el escenario había cortinas (material de un alto coeficiente de absorción), en vez de una campana acústica, no sorprende que a todos la música nos haya llegado asordinada, anestesiada. La célebra caída ligetiana hacia el cluster de contrabajos no pudo sonar más tibia y decepcionante. Probablemente los contrabajistas se podrían haber jugado más, "romper" sus instrumentos.
Pero esto lleva a otro tema: los integrantes de las orquestas argentinas son altamente refractarios a la música del siglo XX y contemporánea en general.
¿Qué hacer? A mi me parece que los que escriben sobre música en los diarios se encuentran ante la siguiente duda: apoyar el esfuerzo, la patriada digamos, o cuestionar lo que falta, más allá de la buena voluntad. El peligro es el que les pase como a la crítica del flojo cine argentino de los 80-90, porque la distancia entre las ganas y la realidad son evidentes. A la crítica cinematográfica la cosa se les hizo más fácil cuando pudo salir a defender y valorar el cine de Martel, Alonso y el NCA: por más que los reaccionarios chillen, ahí hay obra buena.
En el campo musical contemporáneo es un momento, para variar, de resistencia. Monjeau en medio del suplemento de Espectáculos de Clarín es un enclave casi inexplicable. Me parece que le dan lugar porque en la redacción lo quieren y lo respetan pero no les importa mucho sobre lo que hable. También, me parece, Federico le está perdiendo el pulso a lo que está pasando. Hay mucha música sonando en la ciudad de la que no está dando cuenta. Hay un magma del que está emergiendo mucho, bueno y diverso, pero que no se le hace visible a los medios. (este es otro tema para discutir en otros posts).
Luego, está el laburo de Alejo Pérez. Ahí sí creo que tenemos que poner muchas fichas. Me parece que la nueva música (la que sea) necesita de la complicidad y el compromiso de los que la tocan. Para eso hay que lograr transmitir el entusiasmo y la pasión que a uno lo mueve a componer, a los que tocan.
La situación ideal es la de contar con un grupo de músicos comprometidos con la música que se toca y con posibilidades materiales de tocarla al mejor nivel. Las orquestas son en este sentido un hueso duro, muy duro de roer: hay que lograr revertir la estadística y que la mayoría toque interesada, o por lo menos, con orgullo de cuerpo.
Eso se logra con buenas obras y con buenos directores. Por su idea, imagino que la Sinfonía pudo haber permitido conectar a más integrantes de la sinfónica con la obra. Pero la clave es tener delante del podio a un muy buen director. La sinfónica, cuando tiene directores buenos, responde, incluso, más allá de qué repertorio se trata. En este sentido Alejo, formado en composición en la UCA (llegó a estrenar una ópera en el CETC) y de vuelta de su experiencia europea con Peter Eotvos puede lograr ese cambio.
En el caso de los grupos de cámara que si están compenetrados con la nueva música el problema que hay es otro: no cuentan con el tiempo suficiente para dedicarle a la actividad de sus grupos.
No hay mucho misterio en esto, se llama "dedicación exclusiva". Gente con ganas de dedicarse en exclusiva a esto hay. El tema, como siempre, es quién pone la plata.

10 comentarios:

  1. Qué buen comentario! Lo cité en mi blog.

    No había prestado atención al cortinado. Pero sí me pareció que todo sonaba un poco bajo.

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  2. Me olvidé de poner el link por sí te interesaba. http://ihatemusic1943.blogspot.com/2009/11/ligeti-hay-que-tenerle-amor-y-una-buena.html

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  3. A mi me llamó la atención la cantidad de público, mucho más numerosa que cuando la sinfonica toca su repertorio tradicional, "el que le gusta a la gente". Le guste o no, la gente no va mucho a los conciertos en la bolsa de comercio. Quizás el público esté cambiando y estaría bueno que los programadores de estos organismos registren el fenómeno. No cacé mucho lo que decís del cine argentino. Y lo de los medios... bueno, el tema del momento? Da para mucho. Desarrolle, maestro, que usted entiende. Fuerte abrazo.

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  4. Fl muy cierto lo que decís respecto del público. Yo creo que fue el concierto más exitoso de la historia del ciclo. Pero también, el concierto con más público de la Sinfónica. público que, por cierto, pagó su entrada, a diferencia de lo que pasa en la Bolsa de comercio o Derecho, que son con entrada libre y gratuita.
    Respecto de lo del efecto cine argentino, me refiero a lo que hacía Claudio España, crítico de La nacion, que elogiaba algunos bodrios insalvables porque "había que apoyar el cine nacional". Me parece que no decir las cosas como son, debido a que se está en una situación de fragilidad, no le hace bien al medio. No se si se entiende. Por último, como decía Juan Carlos Paz: "Más maestro será usted! :-) Saludos

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  5. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires acaba de empapelar las calles con un cartelito sugerente sobre la reapertura del Teatro Colón, el próximo 25 de mayo: se ve a dos ¿acomodadores? Ellos visten a la usanza dieciochesca. Llevan peluquin, levita y el rostro empolvado. Otean, detrás del telón, lo que se viene. ¡Que sentido del gusto y la pertenencia! Vuelve el ritual y el ejercicio de la simulación. En esa imagen se resume algo más que un anuncio festivo. Se mide, también, el perímetro de la música institucional. El límite es infranqueable. Imaginar que una orquesta del Estado argentino actual pueda salir de esa lógica -el polvo que la sepulta, los ademanes que determinan sus movimientos- es no solo una ilusión sino un dislate. Tal vez la otra imagen -complementaria- de la festiva publicidad macrista es la del público entrando, otra vez embelesado, a la gran sala: todos con sus peluquines, levitando.Abel Gilbert

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  6. A mí también me llamó la atención la cantidad de público en el concierto inaugural, y era pago, aunque convengamos que las entradas eran accesibles. Y fui a dos conciertos en la Bolsa. Los dos fueron muy concurridos, aunque... el día que sonó Bernstein la sala estaba llena, mientras que el día que sonó Prokofiev habían algunas sillas vacías. Quzá no sea suficiente para juzgar, pero no creo que en términos relativos los conciertos de la Bolsa sean un fracaso. Tengamos en cuenta el horario, y algo importante: el concierto que nos atañe en ésta discusión fue publicitado, mientras que los de la Bolsa no lo son. Como detalle, éste último concierto tenía mucha gente joven, a los de la Bolsa va gente más vieja... y yo, claro. De todos modos, como he dicho en mi blog, es necesario una renovación del repertorio: la temporada 2010 del Colón me ha decepcionado bastante, salvando algunas pocas propuestas.

    Un saludo.

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  7. Hola, antes que nada quiero decir que la Sinfonía de Berio en vivo me volo el bocho.
    Estoy de acuerdo con lo dicho sobre el ciclo del San Martin. Lo ideal sería que estos conciertos se hagan en teatros que esten a la altura de las circunstancias en términos acústicos. De todos modos el homenaje a Revueltas que escuche en la sala Casacuberta me parece que fue un espacio mas óptimo que la sala Martin Coronado donde se abrio el Ciclo. Y por cierto también disfrute mucho de ese concierto y fue muy piola la generoza intruducción que hizo el director antes de tocar cada obra para ponernos en tema. Tiró buena data. Es evidente que este director aleman es un apasionado de la obra Silvestre. Por último coincido con el blando y obsecuente juicio de algunos criticos, pero también creo, citando a un conocido: "Sobre gustos no hay nada escrito y todo lo escrito es sobre gustos".
    Saludos!!
    Alfredo Durañona

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  8. A mi me pasó, como a muchos, de escuchar por primera vez en vivo esas obras y salir con esa sensación de haber estado en un acontecimiento. Pasadas las horas, y después de leer tu comentario, busqué en mi memoria de largo plazo y me di cuenta que, Berio y Ligeti (que son las obras que más conocía) sonaron de manera muy pobre. Atmosferas careció de toda la fuerza sonora que tiene hasta en un video de you tube. La sinfonía estaba mal balanceada (humilde opinión), tal vez la falla fueron los sonidistas, no lo sé. De todas maneras, pude ver esas dos obras (tal vez ya clásicas) en vivo y en directo. con respecto a los músicos es una vieja conversación que algúna vez creo haber tenido con vos en la facultad, es así, mucha falta de compromiso, ganas de salir del paso etc. etc. El director, tal vez pueda torcer de a poco este estancamiento, (y eso que ya son dinosaurios de la llamada música contemporanéa).
    saludos daniel arana

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  9. A partir de los últimos comentarios, me gustaría apuntar lo siguiente. Los que estamos comentando acá, ¿somos el público? En una parte si, pero en otra somos parte del oficio. En este sentido, la experiencia de escuchar música en vivo es para mi siempre valiosa, sin importar la ejecución: siempre aprendo algo sobre la temporalidad, lso planos las obras. Pero para el público, aquellos que, si bien son pocos conocemos. Si los invitamos a escuchar un concierto y no te rompe la cabeza, estamos en problemas. o mejor dicho, seguimos en problemas. Al respecto no parece casual que pocos se animen a escribir para orquesta viviendo por estas tierras.
    Saludos!

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  10. Hola,
    recién hoy, por diversos motivos, leo los comentarios que se publicaron oportunamente sobre el ciclo...
    Agradezco el interés y también la crítica y lo único que puedo decir es que tengo argumentos ( en el sentido positivo de la palabra) para responder a las inquietudes o cuestinamientos diversos, sin que esto pretenda clausurar ninguna discusión. Lo que permite la posibilidad de que haya errores o equívocos es el hecho de haber pensado antes las cosas. Todo resulta de una ecuación , bastante delgada que con gusto comparto con quien le interese conocer.
    A disposición de quien quiera para charlar a través de Martín..
    Un abrazo
    Martín Bauer

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